HUMANIDAD
La presión en mi pecho,
muestra mis ganas de liberación.
No sé definir este sentimiento,
o quizás solo estoy evitando
su confrontación.
Creo que persisto en
esconderme,
esta vez, de mi propia manifestación.
Está sucediendo tan lejos,
lloro a ratos, conectándome con tu verdad.
Estás, estuviste y siempre has estado,
llenando mis pensamientos
de espacios que nunca pude explicar.
Sé que mi humanidad
está dando la lucha,
no dejará fácilmente su reino de resignación.
Ha intentado de mil maneras sabotearme,
para que regrese inmediatamente
a esos estados de irreflexión.
Pero eso es imposible,
ya nada puede limitar,
he ingresado a un vórtice
repleto de verdades.
He develado un misterio, cuyo enigma
residía en la aceptación.
He accedido, a través
de mi plegaria,
esa que convierte las palabras
en decretos que resisten el tiempo,
al unirse en el segundo perfecto
a toda esa luz que genera mi verdad.
Libero todo lo que
desoriente,
hoy, es el mejor lugar.
Daré paso a ese presente
que resuena en mi mente,
fluyendo a través de mí
como un Dios que se
negó a la mortalidad.