HUMANIDAD

03.03.2024

La presión en mi pecho,

muestra mis ganas de liberación.

No sé definir este sentimiento,

o quizás solo estoy evitando

su confrontación.

Creo que persisto en esconderme,

esta vez, de mi propia manifestación.

Está sucediendo tan lejos,

lloro a ratos, conectándome con tu verdad.

Estás, estuviste y siempre has estado,

llenando mis pensamientos

de espacios que nunca pude explicar.

Sé que mi humanidad está dando la lucha,

no dejará fácilmente su reino de resignación.

Ha intentado de mil maneras sabotearme,

para que regrese inmediatamente

a esos estados de irreflexión.

Pero eso es imposible, ya nada puede limitar,

he ingresado a un vórtice

repleto de verdades.

He develado un misterio, cuyo enigma

residía en la aceptación.

He accedido, a través de mi plegaria,

esa que convierte las palabras

en decretos que resisten el tiempo,

al unirse en el segundo perfecto

a toda esa luz que genera mi verdad.

Libero todo lo que desoriente,

hoy, es el mejor lugar.

Daré paso a ese presente

que resuena en mi mente,

fluyendo a través de mí

como un Dios que se negó a la mortalidad.